En la
educación mexicana existen dos corrientes a partir del siglo XX la de los
conservadores y los liberales. Por lo que se advierten dos políticas opuestas
en la educación, a manera de reflejo de esas posiciones contrarias, los
conservadores sostenían la enseñanza religiosa, los dogmas de la Iglesia
católica, el principio de autoridad eclesiástica y civil, la idea de que nuestra
nacionalidad dio principio en la conquista española etc., los liberales se
empeñaban en la plena libertad de enseñanza, el término del monopolio en la
educación, una instrucción basada en la ciencia, la popularización de la
enseñanza, principalmente de la primaria, la democratización de la instrucción
superior, la obligatoriedad de la enseñanza y el laicismo como oposición a la
educación de los dogmas religiosos.
Las
grandes transformaciones que se dieron en el siglo XVIII llevaron a una nueva
concepción de Estado y de Educación. “La educación pública como el instrumento
mediante el cual todo estado trata de formar hombres capaces de dar solución a
los grandes problemas de la nación”. En el marco de la educación pública, el
Gobierno atiende en particular la educación elemental y la formación de
profesores. En 1857 se incluyo en la Constitución Política Mexicana Art. 3°. la
enseñanza es libre, así como se determino qué profesiones necesitan Título para
su ejercicio. Quedando establecido el 15 de Abril de 1861 y esta ley fue
expedida por Juárez.
El
panorama de la educación superior durante el porfiriato se presenta como una
imagen desoladora. Los ideales postulados por los liberales, en años
anteriores, en pos de popularizar la enseñanza languidecen entre las escasas
instituciones que acogían a unos cuantos estudiantes. De los 9 millones de
habitantes que existían en el país, en 1880, más del 80 % estaban condenados a
la ignorancia y a la pobreza, la mayoría de las Universidades mantenían
suspendidas las cátedras desde tiempos de la Reforma. Los institutos de
enseñanza superior, creados por el estado, no lograban aun consolidarse como
instituciones sólidas en la calidad y sistematización de la docencia. Sin
embargo se crea la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, encargada de formar
personas que atiendan los niveles básicos (primarios) y medio (secundaria).
Durante el porfiriato antes de dar paso a lo que es la escuela normal, se
tenían que emplear maestros empíricos. Primeramente en 1879 se fundaron en el
Distrito Federal dos academias de profesores predecesoras de la Normal y en
1882 Joaquín Baranda manifestó que “el pensamiento dominante del gobierno”
había sido y era “el de la fundación de una escuela Normal para crear,
enaltecer y recompensar dignamente al magisterio”. Acordó entonces, junto con
el presidente Manuel González, que el periodista, escritor y maestro Ignacio
Altamirano, cuya trayectoria en materia educativa era bien conocida, formulara
un proyecto de organización de la Escuela Normal de Profesores.
Durante
el porfiriato esta disciplina obtuvo un nivel de aceptación rápida por parte de
la sociedad debido a que la conjunción de maestro, pedagogo y escritor en una
sola persona era motivo de ostentación y orgullo y esta fue una de las características
primordiales de los profesores de las escuelas normales. En aquel entonces los
planes de estudio de la Normal estuvieron mejor planeados, en cuanto que dieron
al estudiantado una educación integral, es decir, científica, humanística,
física, manual y artística, motivo por el cual fue la carrera más popular
durante el porfiriato. Las cifras reflejan el grado de aceptación de esta
carrera, hacía el año 1900 había en la república alrededor de 8000 maestros y a
pesar de la proliferación de las escuelas normales nunca hubo suficientes
maestros. Lo paradójico de tal situación es que a pesar de la demanda laboral,
existía una escasez de plazas y los salarios bajos asolaron a los normalistas
durante el porfiriato. Díaz hizo muy poco para aumentar los salarios, a pesar
de que Justo Sierra estaba consiente de la situación precaria del magisterio,
lo que provoco descontento del magisterio con el régimen porfirista, que no dio
respuesta a sus demandas y legitimo la actuación de parte del magisterio como
grupo intelectual disidente.
Bibliografía: http://www.historiademexicobreve.com/2014/06/liberales-y-conservadores.html
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